Julia, quien había sido atropellada por un camión, se encontraba sumamente grave y a punto de morir en el hospital del pueblo.
Como estaba conciente de su muerte, le decide confesar a su hijo Pablo de que en verdad ella no era su madre y le dice donde se encuentra la verdadera, haciéndole prometer que iría a conocerla.
Para llegar a ella, Pablo tendría que cruzar a pie las montañas, ya que su verdadera madre vivía en un pequeño pueblo en la cima de una de ellas, aún así él decide ir.
Como estaba conciente de su muerte, le decide confesar a su hijo Pablo de que en verdad ella no era su madre y le dice donde se encuentra la verdadera, haciéndole prometer que iría a conocerla.
Para llegar a ella, Pablo tendría que cruzar a pie las montañas, ya que su verdadera madre vivía en un pequeño pueblo en la cima de una de ellas, aún así él decide ir.
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